miércoles, 20 de enero de 2010

Capitulo 8. Nuestro destino

- vámonos de aquí –dijo Sarah al verme, asentí era incapaz de articular palabra sin perder el control de mi y eso era algo que no haría en publico no sollozaría ni gritaría ni dejaría caer mas de unas cuantas lagrimas no asta que estuviera a solas, me limpie las lagrimas que se me habían escapado y adopte mi mejor cara de pokar para continuar aunque aun tenia los ojos echos agua pero las retendría asta llegar a casa “me reportare enferma por toda la semana” pensé y comencé a caminar con Sarah a mi lado sujetando mi mano con fuerza

- estoy bien-menti, ella me dio una dulce mirada maternal y me respondio con una sonrisa

- Elisa –dijo Daniel atrás de nosotras, yo no quise volverme a mirarlo y segui caminando

- Elisa –repitio Ángelo en apenas un susurro también atrás de nosotras, parecía estar sorprendido, me detuve pero no me gire a verlos era lo ultimo que quería hacer y trate de cobrar algo de valor para responder

- No me siento muy bien –dije y lamentablemente al final de la frase mi voz tuvo una fisura por la que se coló mi dolor, trate de recomponerme me gire y agregue – los veo mañana de acuerdo –lo dije con una sonrisa, Ángelo tenia la cara desfigurada por preocupación, ansiedad e incertidumbre en cambio Daniel parecía parcialmente preocupado pero por otra parte lucia satisfecho como si lo que había escuchado sobre Ángelo lo complaciera. Sali corriendo de ahí no podía mantener el falso bienestar mucho tiempo mas, cuando llegue a estar al lado de mi polo tuve que recargarme y agacharme para recobrar un poco de aire, invariablemente termine en posición fetal al lado del coche cuando levante la cabeza Ángelo estaba a mi lado dándome la mano para ayudarme a levantarme “en que momento había llegado, sin hacer ninguna clase de ruido”pensé, me levante sola y me aleje de el, no necesitaba su ayuda

- Tenemos que hablar, sube al auto –me dijo con autoridad y ternura a la vez- te sacare de aquí –negue con la cabeza

- Todo esta bien –menti con un intento de sonrisa –amigos, de acuerdo –dije y los pedazos de lo que sentía roto dentro de mi, hicieron explosión y un agujero negro se abrió en mi pecho pero conservaría la poca dignidad que me quedaba

- Yo no quiero ser tu amigo –repuso acercándose y acorralándome contra el auto, seco una lagrima que se me había escapado-

- Escuche lo que dijo Daniel –comente sin mirarlo a los ojos, trate de concentrarme en la tela de su camisa- y lo entiendo –me apure a decir – pero creo que te confundiste ese tipo de relaciónes no va conmigo –articule aun mas rápido – por lo que no estoy interesada, ahora si me haces el favor – dije e hice un intento por apartarlo pero el no se movio un milímetro

- Elisa –dijo mi nombre tan dulcemente que casi me hace caer en sus redes- no me atrevería a pedirte que aceptes una aventura conmigo por que no es eso lo que quiero de ti – hablo con tanta solemnidad y ternura que por un momento olvide el hecho de que YA TIENE A ALGUIEN – te pido que confies en mi… te ruego confies en mi–tuve que respirar profundo para precesar toda esa informacion

- Tienes o no tienes a alguien mas en alguna parte –pregunte el había dicho un discurso muy bonito pero nunca dijo lo que yo deseaba oir “es mentira” me sonrio y se acerco tanto que podía sentir su aliento aparto algunos cabellos de mi cara y me beso tiernamente

- Te pertenezco completamente –me contesto alejándose un poco y me volvió a besar- en mi vida solo estas tu – dijo mirándome a los ojos – por que eres tu quien la llena –fue entonces que sedi completamente y lo abrace por el cuello y lo acerque a mi para besarlo una vez mas no lo logre asta que el bajo su rostro a mi altura con una sonrisa de satisfacción en el rostro y nos besamos una vez mas

- Eres tan convincente y yo tan fácil de persuadir –me queje contra sus labios

- Es el destino –respondio- es nuestro destino estar juntos Elisa –dijo con una sonrisa dulce en sus labios – vamos te llevare de pinta –me guiño un ojo y abrió la puerta del pasajero de su coche el cual estaba al lado del mio

- ¿Pero y mi carro? –pregunte

- Podemos dejarlo aqui, prometo traerte cuando las clases terminen para que lo recojas

- Mejor no –respondi- vamos a mi casa y lo dejamos ahí asi no tienes que damos tantas vueltas

- Como quieras –dijo y abrió la puerta del conductor de mi coche –ve con cuidado ¿si? –casi era un ruego tuve que reir

- Estas viendo la imagen de la prudencia –asegure

- Eso espero –dijo casi inaudible, pronto estaba en camino a mi casa y con Ángelo siguiéndome en su coche me celular comenzó a sonar mire por el retrovisor y no era Ángelo quien llamaba por lo que lo deje sonar asi fue todo el camino llegue a casa y estacione el auto cuando Ángelo iva bajando del auto comenzó a sonar una vez mas decidi contestarlo para acabar con el acoso de una vez

- ¿Hola? –dije y le sonreí a Ángelo el cual me hacia señas para que fuera a coger la cámara

- ¿Estas bien? – pregunto la voz de Daniel al otro lado de la línea –queria ir a buscarte pero Sarah no me dejo, ¿esta Ángelo contigo? –pregunto amablemente pero algo me parecio falso en esa amabilidad

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